viernes, 11 de noviembre de 2016

La pesadilla


LA PESADILLA

El 9 de noviembre de 2016 que se escribe en Europa como el inolvidable 11 de septiembre (9/11), muchos se han llevado las manos a la cabeza al enterarse de que Donald Trump había ganado las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Algunos pensarán, no sin razón que esto parece un mal sueño: una pesadilla.

Estoy de acuerdo, estos últimos años hemos estado viviendo una verdadera pesadilla. En realidad, también en España, nuestra pesadilla ya dura demasiado tiempo. Por no remontarnos demasiado atrás, podemos fijarnos en el principio de este siglo XXI.

El año 2000 comenzamos con una amenaza fraudulenta: el Efecto 2000, según el cual nos anunciaron que todos los aparatos electrónicos quedarían inservibles por efecto del manejo interno de las fechas (el año 00 causaría todo tipo de problemas y averías). Fraudulenta porque luego se descubriría que tal riesgo era inexistente o insignificante, pero hizo posible que las grandes empresas consultoras internacionales facturasen cientos o miles de millones de dólares para asesorar a los bancos y grandes corporaciones en la actualización de sus sistemas informáticos al manejo de fechas utilizando cuatro dígitos para el año.

En Europa, el Euro comenzó a existir, aunque no tomaría cuerpo material hasta enero de 2002. Fueron dos intensos años en los que tuvimos que asimilar y adaptarnos mental y electrónicamente al cambio de nuestra moneda tradicional. Todos los países miembros de la Comunidad Europea tuvieron que pasar por el mismo proceso. Después de tomar las uvas y brindar por el Año Nuevo, el 1 de enero fuimos a los bancos a ponernos algunos euros en el bolsillo y … oh, sorpresa, … descubrimos que los bancos no tenían apenas monedas y que en muchos casos había que pedirlas con anticipación. ¿Pero, oiga usted, los bancos no se dedican a eso…, a distribuir monedas y billetes y a realizar transacciones para facilitar el funcionamiento de la socidad?

Faltaban aún algunos años para que descubriéramos la dura y desagradable realidad: la verdadera función de los bancos y del sistema financiero en general. De momento, empezamos a descubrir que los precios en euros, habían aumentado enormemente al tiempo que disminuían su expresión numérica. Por ejemplo, en España se aplicó un cambio de 166,386 pesetas por cada euro pero, en realidad, artículos que costaban 100 pesetas el 31 de diciembre de 2001, amanecieron con su precio elevado milagrosamente a 1 euro en lugar de 60 céntimos de euro que es lo que dictaba la aritmética. Pero como eran años en los que “España iba bien” hicimos de tripas corazón y apretamos el paso para seguir avanzando. Los bazares de “Todo a 100” que se habían hecho tan populares, cambiaron sus rótulos por otros que decían “Todo a 1 euro”, y todos seguimos tan campantes.

De momento todo iba bien, los bancos empezaron a distribuir monedas y billetes con más fluidez y, lo más importante, empezaron a repartir créditos con absoluta generosidad, sin reparar en riesgos. El resultado fué que todos empezamos a creer que las cosas iban bien y aceptamos aquel tsunami crediticio con alegría y entusiasmo: cambiamos de coche, de casa, de muebles, de lugar donde ir de vacaciones… y nos llegamos a creer de verdad que las cosas iban bien y que, por fín, íbamos a recuperar la ventaja que nos habían tomado siempre el resto de los países europeos.

Durante unos años, en España se construyeron más viviendas y se realizó más obra civil que en todos los demás países de la Unión Europea juntos, pero a nadie le pareció mal. España no era ya la locomotora de Europa, sino un verdadero cohete capaz de llevarnos a todos a la estratosfera del bienestar y la prosperidad. De repente, en el 2005, empezaron a verse algunos signos extraños que no encajaban con las cifras ni con la sensación de bienestar económico que se habían instalado entre nosotros. Las grandes empresas empezaron a frenar sus inversiones y a despedir a una buena cantidad de sus empleados. Pero fué oficalmente en el 2008 cuando se destapó el proceso denominado “crisis económica”. 

Algunos bancos, uno o dos, cerraron. Habían inundado al resto de los bancos con derivados financieros que eran auténtica basura, fraudulentos y claramente delictivos. Como resultado, los bancos empezaron a restringir sus, hasta entonces, generosos créditos: ya no se fiaban unos de otros. La sociedad empezó a ver frenada su actividad y sus expectativas. De repente, los inmigrantes que habían servido para frenar los salarios y para hacer posibles todos los proyectos de construcción que se acometieron, empezaron a sobrar. Surgieron voces que reclamaban que volvieran a sus países de origen, que nos estaban quitando el trabajo y suponían una carga.

Y empezó el festival de la Deuda Pública. El Estado dejó de recaudar impuestos y tasas ligadas a los asalariados que habían sido despedidos, y a pagar los correspondientes subsidios que pronto se apresuraron en disminuir o eliminar sin la más mínima consideración por las vidas que se estaban colapsando. Aumentó enormemente la tasa de suicidios, pero se resolvió evitando hablar de ello en las tertulias y noticias. Las empresas dejaron de tener beneficios y, por tanto, dejaron también de pagar impuestos. Luego nos hemos enterado que las empresas y grandes fortunas nunca habían pagado impuestos realmente. Incluso, hay algunas de estas grandes empresas que reciben obscenas cantidades de dinero en concepto de devoluciones y desgravaciones de impuestos. El caso es que el Estado empezó a ver cómo desaparecía su disponibilidad de dinero para los gastos corrientes y, por supuesto, para sus inversiones e infraestructuras.

Y, entonces se representó ante nosotros, impávidos e inmóviles, una esperpéntica farsa más: el Banco Central Europeo, responsable del euro y de la economía de los países de la Unión Europea, comenzó a prestar dinero sin intereses a los bancos españoles; los bancos españoles, entre otros operadores oportunistas, compraban Deuda Pública al 6, 7 y hasta el 10% de interés. Así, el Estado Español pudo acceder a unos créditos para atender a sus gastos. Pero, hete aquí, que la mayor parte de ese dinero fué a parar a los propios bancos que necesitaban ser rescatados.

¿Rescatados de qué? ¿De sus propias estrategias para inundar primero la sociedad de dinero circulante que estimuló la actividad económica, de sus manipulaciones del Euribor para esquilmar a la población a través de las hipotecas más caras del mundo, de sus enormes reservas de propiedades embargadas gracias a unas leyes hechas a su medida y a un sistema judicial sin escrúpulos?
Paralelamente, se desarrolló una campaña para culpabilizar a la población de la llamada crisis económica: habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades.

Los distintos gobiernos de aquellos años, empezaron a descubrir sus cartas: no estaban al servicio del pueblo, ni de la Constitución, ni de la Justicia. Claramente estaban al servicio de fuerzas y poderes totalmente ajenos a la Democracia y claramente interesados en la orquestación y los inmensos beneficios derivados de la mayor estafa de la historia conocida sobre la población, disfrazada de crisis económica. 

A tenor de algunos juicios abiertos para tratar los casos de corrupción y saqueo más flagrantes, nos enteramos de la ecuación maldita que amenazaba convertirnos a todos en esclavos e indigentes: los políticos (sálvense las honrosas excepciones) se habían estado vendiendo a los poderes ocultos (económicos e industriales), sus leyes habían tejido una maraña de privilegios e impunidades para favorecer a las entidades tras dichos poderes, dichas entidades obtenían beneficios sin fín y la capacidad de abusar de los ciudadanos a través de tarifas y tratos insultantemente abusivos. A cambio, esas entidades colmaban las ambiciones y la codicia de los políticos y sus familiares con dinero y bienes que aún no han sido inventariados totalmente, y es dudoso que lleguen a serlo algún día. Y, por si fuera poco, algunos de esos políticos eran premiados con cargos muy bien remunerados en las empresas que habían favorecido durante sus mandatos (puerta giratoria).

Mientras, las familias que habían encontrado refugio en la pensión de los abuelos, tuvieron que observar, impávidos e inmóviles, cómo dichas pensiones eran masacradas y cómo desaparecían los ahorros de toda una vida de muchos de ellos en lo que constituyó “el caso de las preferentes”.

Se descubrieron escandalosos casos de corrupción. Verdaderas tramas magistralmente tejidas para extraer todo el dinero posible de la sociedad y ponerlo a buen recaudo en otros países, paraísos fiscales o no. Hasta la familia real fué involucrada en alguno de los más sonoros casos de corrupción. También nos enteramos de que, algunas de esas entidades que estaban siendo rescatadas con cargo a los Presupuestos del Estado habían tejido una magnífica red de tarjetas “black”, contratos blindados, pensiones dignas de un premio de la Primitiva y cuidadosamente orquestados plazos de silencio para garantizar la impunidad de los actores por causa de la prescripción de los delitos.

En definitiva, una verdadera pesadilla. Una serie de acontecimientos que, vistos en conjunto y en perspectiva de unos pocos años, resultan totalmente absurdos. Los acontecimientos, las declaraciones y la actuación de nuestros “representantes” públicos no resisten la aplicación de la inteligencia más elemental. No olvidemos que, además, los medios de comunicación habían estado colaborando activamente en la distracción de la población, la ocultación y la tergiversación de toda la información que había ido apareciendo al respecto. Conviene citar que los medios de comunicación habían ido siendo adquiridos por los mismos poderes ajenos a la democracia que habían manipulado a los políticos y a las instituciones que todos pensábamos que realizaban su papel para garantizar el bienestar, la justicia y el progreso de la sociedad.

Lo más difícil de entender es que la población haya permanecido tan imóvil y tan ajena a las diferentes y variadas agresiones de que hemos sido objeto en todos esos años. ¿Cómo es que, salvo alguna escasísima excepción, nadie ha sido capaz de hacer un análisis crítico e inteligente de la sarta de estupideces que se han publicado para tratar de justificar los ataques de que estábamos siendo objeto? No perdamos de vista que, en diez o quince años, se han perdido prácticamente todos los avances socio-económicos que se habían conseguido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La única explicación congruente es que la población estaba dormida, bajo los efectos de una potente y bien elaborada droga psicotrópica que nos impedía desarrollar normalmente nuestras facultades físicas, mentales y sociales. Dicha droga no ha sido necesariamente y exclusivamente de naturaleza química, aunque también las ha habido. Se ha manipulado a la población a través de: educación, medios de comunicación, escasez salarial crónica, contaminación de los alimentos, el aire y el agua, etc.

Por tanto, la única conclusión que permite (a mi entender) hacer una interpretación congruente de nuestra reciente historia es que lo que hemos vivido no pertenece al concepto de “realidad”, sino que está en la categoría de “sueño”; más bien en la de “pesadilla”, y su tratamiento no consiste en manifestarse, ni en emprender acciones judiciales, ni en denunciar, ni siquiera en crear tribunales del pueblo y volver a sacar a la calle las guillotinas. El tratamiento indicado para acabar con una pesadilla es simple, barato y directo: despertar. Toda pesadilla termina cuando uno despierta.
Y como se trata de una pesadilla colectiva, hay que tratar de despertar suavemente a los que viven esa pesadilla a nuestro alrededor, o bien retomar nuestra actividad “real” y esperar pacientemente a que cada uno despierte en su momento. Algunos están tan sumergidos en la “pesadilla” que se resistirán a despertar. Y no contemos con aquellos a quienes han estado obteniendo enormes beneficios de la “pesadilla”: esos no van a querer despertar jamás.

Así pues, propongo que, desde ahora, cada día a las 9 de la noche, cuando ya hemos vuelto a casa, antes de caer en trance ante la televisión, nos asomemos a la ventana o salgamos a la calle y hagamos sonar durante un minuto la alarma de algún despertador o teléfono móvil. No importa si es eléctrico, electrónico o mecánico, si hace sonar una campanilla o el canto de un gallo.
Lo importante es el ejercicio simbólico colectivo de hacer sonar el despertador. La mente colectiva recibirá la señal, todos tenemos asociado el sonido del despertador al acto de despertarnos. De esa manera, la pesadilla dejará de existir porque nadie la mantendrá en sus sueños. Es más, todo el mundo irá despertando y enterándose de que aquello que le estaba haciendo sufrir no había sido más que una pesadilla y lo importante no es ni tan siquiera entender la pesadilla, sino disfrutar de estar despierto y de volver a vivir realmente.



Carta a los privilegiados de la Tierra


CARTA A LOS PRIVILEGIADOS DE LA TIERRA

Vosotros, los privilegiados del mundo, la élite dirigente, los gestores de las mayores empresas del planeta y de las vidas de millones de seres, tenéis motivos para estar muy, pero muy, asustados.

Desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, os habéis estado beneficiando de unos años en que los ciudadanos del mundo hemos apostado por la paz y por la democracia. A cambio, los poderes oscuros que actúan en este planeta han trazado unos planes dirigidos a y por la destrucción. Han decidido apostar por la mentira y la manipulación en lugar de por la justicia y la equidad; por la esclavitud de la mayoría en lugar de respetar la libertad y la dignidad de los seres humanos.

Sólo cabe una explicación: esos poderes oscuros no pertenecen a la especie humana, y no tienen ningún futuro excepto su propia extinción. Quizá, por eso, sus expectativas son tan negras que han decidido destruir lo máximo que puedan antes de su propia desaparición.

Pero vosotros, los privilegiados del mundo, se supone que sois inteligentes, se supone que conocéis las leyes del éxito, las leyes de causa-efecto y la ley universal de la consecuencia: todo hecho, incluso todo pensamiento, tiene consecuencias.

Vosotros, los privilegiados, habéis estudiado, conocéis los hechos más importantes de la Historia de la Humanidad, sabéis que todo sucede en ciclos y sabéis también que siempre se obtiene algo a cambio de algo. Todo es energía y la energía no se crea ni se destruye, se transforma implacablemente e incesantemente.

Vosotros, los privilegiados, habéis recibido enormes beneficios a costa de la dignidad, de la libertad, de la vida y del futuro de millones de personas.

Vosotros, los privilegiados, habéis estado ejecutando las órdenes y los planes de esos poderes oscuros a cambio de enormes beneficios económicos y materiales.

Vosotros, los privilegiados, habéis colaborado activamente, incluso con entusiasmo, en el empobrecimiento, la idiotización y la esclavitud de ingentes masas de la población mundial.

Vosotros, los privilegiados, sois inteligentes, ¿y de verdad pensáis que no tendréis que pagar el precio de tanta mentira, miseria, ignorancia, dolor y muerte que habéis causado?
No tratéis de responder con el corazón; muchos lo habéis perdido. Tratad de contestar con vuestra mente, supuestamente cultivada, supuestamente entrenada para valorar riesgos y tomar decisiones.

Vosotros, los privilegiados, habéis colaborado en idiotizar a la población: un ignorante es más fácil de manipular, sin daros cuenta que quizá vosotros estáis siendo los más manipulados. ¿De verdad pensáis que vais a formar parte de ese futuro que la élite oscura está elaborando con vuestra ayuda?

Esa élite oscura, sin sentimientos, sin ética, sin principios, que no pertenece a la especie humana y que no tiene futuro, ¿qué pensáis que van a hacer con vosotros cuando no seáis necesarios? ¿de verdad pensáis que el dinero que os han permitido acumular os va a garantizar algo en ese momento?

Vosotros, los privilegiados, habéis estudiado los hechos y circunstancias previas a la Revolución Francesa. ¿De verdad pensáis que la población está bajo control y por eso no se han cobrado tanto sufrimiento con vuestras vidas y la de vuestras familias?

Y aunque en este caso no sea el pueblo alzado en armas, ¿de verdad pensáis que el Universo y la Historia no va a encontrar el medio de equilibrar la balanza y de pasaros la factura de todo el dolor que habéis causado? ¿de verdad pensáis que podréis comprar una plaza en un bunker o en una hipotética nave de evacuación?, ¿y luego qué?

Vosotros, los privilegiados, aún podéis decidir si vais a ser parte del problema o de la solución.

Vosotros, los privilegiados, posiblemente estéis agotando vuestra reserva de privilegios. Cada vez hay más razones para pensar que no queda mucho tiempo.

El resto de la población ya estamos trabajando en nuestro propio futuro, en nuestra propia evolución, en general no estamos muy interesados en nuestro derecho a la venganza.

Vosotros, los privilegiados del mundo, tratad de contestar a esta pregunta, que ya se planteó Niemoller:

Cuando no quede nadie, y vayan a por vosotros, ¿quién va a salir en vuestra ayuda? 

 

miércoles, 12 de agosto de 2015

La madurez del pueblo.

En España estamos a punto de experimentar una transformación que puede cambiar el rumbo de la Historia: la madurez del pueblo.

Síntomas: soledad absoluta, falta de estructuras, falta de justicia, derrumbamiento generalizado de las instituciones, pérdida (robo) de todos los derechos legítimos y constitucionales: la sanidad, la educación, la vivienda, el trabajo.

El pueblo se enfrenta a su realidad: ha sido engañado y traicionado por la monarquía, por la iglesia, por la democracia, por los partidos, por los sindicatos, por el gobierno, por la prensa, por la justicia.
Han intentado esclavizarnos con sus mentiras sin límite.

Los ciudadanos no tenemos más salida que unirnos y organizarnos entre nosotros, y aprender en quién podemos confiar y en quien no. 
Y tenemos que decidirnos ya.

Es duro descubrir que no hay nada que perder, porque todo ha sido saqueado, prostituido y traicionado.

La libertad viene detrás de la verdad. La verdad no duele; duelen las mentiras mientras nos aferramos a ellas.

No tiene sentido luchar.
Cuando se lucha contra algo se le suministra energía y se fortalece.
La verdadera victoria es la sustitución de todo lo que está muerto.
Hay que centrarse en crear nuevas estructuras y abandonar los cadáveres.

No tiene sentido luchar contra lo que ya está muerto.
No tiene sentido seguir alimentando a los cadáveres en la esperanza de que sigan pareciendo vivos.
No tiene sentido seguir escuchando a los cadáveres en la esperanza de que parezca que dicen algo coherente.
No tiene sentido seguir contando con los cadáveres en la esperanza de que parezca que sus actos tienen algo de sensato y medianamente inteligente.

Nos quieren hacer creer que los cadáveres están vivos, que nos orientan, nos dirigen, resuelven nuestros problemas y merecen nuestro respeto. Nos quieren hacer creer que necesitamos a los cadáveres, que, sin ellos, estamos perdidos.

Sí. Los cadáveres merecen nuestro respeto.
Los cadáveres merecen un respetuoso entierro, un duelo rápido y un olvido completo.
La Vida está esperando que dejemos de rendir culto a los cadáveres.

Puede que sea hora de dejar de perder el tiempo y tomarse la vida en serio.

Sin violencia: con inteligencia, unidos y alerta, creando entre todos las estructuras y las leyes que nos permitan centrarnos en la Vida y dejar de perder el tiempo con cadáveres cuya descomposición cada vez se disimula menos.


El hedor es, por momentos, insoportable.

sábado, 8 de agosto de 2015

Las malas hierbas


El otro día fui oyente involuntario de una conversación de autobús entre dos viajeros que charlaban animadamente. Hablaban de la situación socio-política que estamos viviendo en nuestro país (aunque en todo el mundo están ocurriendo cosas parecidas). Uno de ellos comentaba con escándalo la cantidad de casos de corrupción que afloran, cada día, a través de los medios de comunicación. El otro se sorprendía de que, a pesar de todo, aún mucha gente seguía fiel en su intención de voto a aquellos que protagonizaban la mayor parte de estos casos de corrupción.
En un momento determinado, uno de ellos dijo: es que han crecido y se han extendido como las malas hierbas, y ahora es muy difícil eliminarlas sin dañar el resto de los cultivos o, incluso, el mismo huerto.
El otro, soltó una carcajada y añadió: ¡hay que ver!, cualquiera que nos oiga pensará: ¡cuánto saben éstos de jardinería!, y los dos rieron durante un buen rato…
Sin darme cuenta, mi mente se sumió en una especie de ensoñación, y sus risas quedaron atenuadas, como perdidas en la lejanía…

Me ví ante un huerto, en realidad era una preciosa finca cubierta de abundante y frondosa vegetación, por la que corría un riachuelo que se ensanchaba en un pequeño lago. Alli, el dueño de la finca, un entusiasta de la Botánica y de la Agricultura, había dispuesto el desarrollo de una serie de plantaciones experimentales que supervisaba a diario, y que ocupaban a un buen número de colaboradores que eran en parte jardineros, en parte agricultores y en parte científicos. Se dedicaban a las más variadas tareas, cuidando, observando, anotando y recogiendo los frutos de aquellas plantaciones, día tras día.

En algún momento, debido al viento, al fertilizante natural que usaban, a los pájaros, o a la misma tierra, empezaron a aparecer unas hierbas extrañas, unas malas hierbas que amenazaban con ahogar el crecimiento de sus queridas plantitas.

Cuando los jardineros vieron cómo se extendían aquellas malas hierbas, acudieron de inmediato al jardinero jefe y le mostraron su preocupación por el problema que habían detectado. El jefe les tranquilizó, explicándoles que el dueño y diseñador de la finca ya le había anticipado lo que, sin duda, ocurriría, y le dijo que aquél era un fenómeno natural y conocido, y que bajo ningún concepto pondría en peligro sus plantaciones. Además, le contó que, en su momento, podrían recolectar todas sus queridas plantas, sin preocuparse de las malas hierbas: podrían echarlas al fuego y dedicarse exclusivamente a clasificar y replantar sus queridas plantitas para observar las nuevas etapas de su crecimiento.

Los jardineros, volvieron al trabajo un tanto más tranquilos con aquellas explicaciones, pero de tanto en tanto, volvían a asustarse al ver con qué rapidez y pujanza crecían y se extendían aquellas malas hierbas. Por momentos, parecía que iban a exterminar las plantaciones, porque su crecimiento, y su demanda insaciable de agua, luz solar y nutrientes de la tierra parecía poner en peligro las condiciones de vida de sus queridas plantitas. Aquellas plantitas, por momentos, parecía que iban a perecer, por falta de alimento.
Aquella tierra era de las más fértiles, su composición era la mejor que cualquier jardinero hubiera deseado; realmente, por eso fué elegida aquella finca para su proyecto.

Las malas hierbas, aparentemente, habían conseguido invadir todas y cada una de las áreas dedicadas a las más variadas plantaciones, y amenazaban malograr aquel hermoso proyecto, incluyendo el trabajo y la amorosa dedicación de todos los que allí trabajaban.

Un buen día, los jardineros pidieron una reunión urgente con el jardinero jefe y con el propietario de las tierras, porque habían detectado, que en algunas de las plantaciones a su cargo, habían aparecido débiles o muertas sus queridas plantitas, estando ya algunas empezando a dar sus frutos. En aquellos sectores, las malas hierbas parecían crecer con una pujanza fuera de toda expectativa.

Después de que cada cual expusiera el informe de situación de su sector, el director del proyecto y dueño de las tierras, tomó la palabra y les dijo:

Queridos amigos, reconozco vuestra preocupación y comparto vuestra tristeza por las pérdidas que habeis reportado. Conozco perfectamente el proceso y la situación que os causa tanta alarma.
En este momento del proceso, parece que las malas hierbas van a conseguir asfixiar a las demás especies y absorber todos los nutrientes de la tierra, con lo que las jóvenes plantitas que cuidáis con tanto esmero estarían condenadas a desaparecer; pero creedme, ahora es el momento en el que habrá una reacción codificada en el ADN de vuestras queridas plantitas. Está a punto de ocurrir, y es un fenómeno muy difícil de observar, por su rapidez.

En el momento preciso, las jóvenes plantitas alcanzarán la madurez necesaria para experimentar una transformación: pasarán de alimentarse de la tierra, a hacerlo exclusivamente de la luz que reciben. Las malas hierbas terminarán, efectivamente, con los nutrientes de la tierra, y morirán sin remedio. En unas pocas horas, veréis doblarse sus tallos, amarillear sus hojas, y pudrirse, con lo que devolverán los nutrientes que extrajeron con tanta avidez de la tierra que las sustentaba.
En ese momento, las plantaciones mostrarán un porte y una frondosidad que no habrán sido observadas nunca antes.
Las malas hierbas habrán cumplido su misión. Las tiernas plantitas aprovecharán esa avaricia, esa escasez de nutrientes para desplazar su fuente de energía, del suelo al cielo, y para empezar a sintetizar todo lo que necesiten a partir del agua, del aire y de la luz; así comenzarán a dar los frutos más hermosos que habéis podido observar nunca antes.
Muchas gracias por vuestro trabajo, por vuestra dedicación, y por el cariño que le estáis dedicando a mi…, a nuestro proyecto. Anotad con cuidado en vuestros cuadernos las maravillas que se están empezando a producir y no os preocupéis nunca más de las malas hierbas: en el resto del proceso ya no son necesarias.

De repente, noté una mano en mi hombro y abrí los ojos. Era el conductor del autobús: me avisaba que habíamos llegado al final del trayecto. Me había quedado traspuesto.


Los demás viajeros ya se alejaban calle abajo y yo, que me había pasado mi parada, me dispuse a volver dando un paseo y disfrutando de la hermosa vegetación que me rodeaba. Miré al cielo y noté algo distinto en aquel sol que brillaba como nunca; aquel calor resultaba sumamente agradable y reconfortante.

miércoles, 8 de enero de 2014

NUEVOS METODOS PARA NUEVOS RESULTADOS


Se cuenta que Albert Einstein solía decir a sus alumnos: “…si siempre haceis las mismas cosas en el laboratorio, no os debe extrañar que siempre consigais los mismos resultados…”, o algo parecido. Esto me recuerda una anécdota que contaba un amigo ruso, recordando sus años jóvenes en una escuela de ingeniería de su país. Al parecer, uno de sus profesores solía dirigirse solemnemente a la clase y les decía: “Lo que más me emociona de ustedes es su inquebrantable afán de NO aprender.”

Ambas anécdotas vibran en la misma nota, como dos cuerdas de piano afinadas. Y esto me lleva a otra afirmación que he encontrado recientemente en unos textos dirigidos a facilitar el despertar de la consciencia de nosotros, los humanos. El autor remarcaba que los seres humanos, a pesar del cuerpo que parece que resume todo lo que somos, en realidad somos energía, somos mente, somos pensamiento pero, lo que de verdad nos define es nuestra condición vibratoria: somos energía vibrante. Cada uno de nosotros, en cada momento, experimentamos y ofrecemos al Universo una vibración, una nota, determinada. Y esa nota determina nuestro ámbito de resonancia.

Recientemente se habla mucho de la tercera dimensión, del paso a la cuarta dimensión, de que nuestro Universo estaría formado por al menos 11 dimensiones (Teoría de Cuerdas) que coexisten en el Espacio-Tiempo, pero cuyas realidades se desconocen entre sí debido a las diferencias vibratorias que caracterizan dichas dimensiones. Pero, en realidad, aun tratándose de la misma dimensión, la nuestra, la dimensión física, en nuestra ciudad, en nuestro barrio, podemos vivir sin tropezarnos siquiera con alguno de nuestros vecinos, sin sospechar siquiera de su existencia, por la sencilla razón de que estamos vibrando en rangos de frecuencia tan distintos que resulta materialmente imposible que ni siquiera coincidamos en el ascensor. No somos conscientes de que cuando compartimos nuestro tiempo-espacio con alguien es porque en ese momento estamos vibrando en el mismo rango de frecuencias. Sea el encuentro agradable o desagradable según nuestra percepción; una observación atenta y, sobre todo, la perspectiva del tiempo, nos dará la certeza de que hubo una afinidad innegable con aquella persona, en aquel momento.

Pues bien, reconociendo el fenómeno de la vibración, y su consecuencia de la resonancia, se entienden mejor conceptos como la afinidad y la atracción consiguiente; conceptos, todos ellos, muy de moda en los últimos años (El Secreto).

En este nivel de análisis, hay que darse cuenta que no importa lo que opinemos: el concepto del bien y del mal no es relevante. Si yo me siento molesto, o francamente indignado con algo concreto, pongamos la guerra, o la injusticia, puede que se me considere una persona bien informada y con unos principios éticos bastante sólidos, pero el efecto subyacente es que mi vibración se acomodará a aquello en que enfoco mi mente, mis pensamientos y, hasta de forma inconsciente, mi capacidad creadora. Es decir, si yo me enfoco, hablo, discuto, argumento, protesto acerca de la injusticia que invade el mundo, estaré sintonizando con una nota: la injusticia, sin importar si opino que dicha nota es discordante. Con mi energía mental enfocada en la injusticia, no sólo estaré vibrando en la frecuencia de la Injusticia, sino que estaré sumando mi vibración, mi energía, a la energía de todas las injusticias del mundo y, además, me veré irremediablemente atraido y vinculado a todo tipo de injusticias en virtud de las leyes de la resonancia y de la atracción.

Parece una trampa, y lo es. La solución, por tanto, no es odiar la Injusticia, ni criticar la Injusticia, ni denunciar la Injusticia. La solución, por supuesto, tampoco es amar la Injusticia. En ambos casos estaríamos vibrando en su nota, aumentando su energía, y quedando materialmente sujetos a su influencia. La mejor, y podríamos decir la única, solución contra la Injusticia es IGNORARLA.

Siempre me ha llamado la atención una de las frases incuestionables de nuestra cultura: “… si quieres la paz prepara la guerra…”. Al parecer, tal pieza de sabiduría se debe a Julio César, emperador romano, que consagró toda su vida a la guerra. Evidentemente, si preparas la guerra, piensas en la guerra, trabajas para la guerra, creas para la guerra, inventas para la guerra, inviertes en la guerra, sueñas con la guerra, amasas fortunas con la guerra, por supuesto vibras en la nota de la guerra: te llegas a convertir en la misma GUERRA.

¿Qué os parecería esta otra versión?: “… si quieres la PAZ, prepara la PAZ…”. Su lógica suena tan aplastante que se podría atribuir al mismísimo Perogrullo.
¿Cuántas generaciones de pacifistas se han podido convertir en servidores de la guerra, en víctimas de la guerra, solamente por aceptar como válida la gran mentira expresada por Julio César, o por luchar abierta y dedicadamente "contra" la guerra?

Antes decía: la única solución contra la Injusticia es IGNORARLA. Sin embargo, la mente humana no se maneja bien en el vacío. Es mucho más práctico poner en juego la existencia de los opuestos. Todo concepto tiene su opuesto, y hay que descubrirlo. El opuesto de la Injusticia no es otro que la Justicia. El opuesto de la Guerra no es otro que la Paz. El opuesto de la Mentira no es otro que la Verdad. El opuesto de la Libertad no es otro que la Esclavitud. Y así sucesivamente…

Por tanto, lo recomendable, ante una realidad que nos parezca poco digna de formar parte de nuestra existencia y experiencia, sería localizar su opuesto natural y consagrar nuestra mente a dicho opuesto. Por ejemplo, en el caso de la Injusticia. El método debería consistir en dedicar nuestra mente, nuestras opiniones, nuestro tiempo, nuestra energía, nuestra creatividad, a cultivar y tratar todas las formas y situaciones que nos conecten con la Justicia y que lleven nuestra vibración a la de la Justicia. Según el criterio expuesto anteriormente con el ejemplo de la guerra, de esta forma, acabaremos alimentando con nuestra energía la Justicia, atrayendo situaciones justas a nuestra vida y a nuestra experiencia y aumentando la intensidad de la vibración de la Justicia en todo el mundo, por simple fenómeno de Resonancia. Como veis, no se trata del Bien y el Mal. Es pura Física.

Cuando el Trío de las Azores se reunió para dar un concierto con los Tambores de la Guerra, sabían que nos necesitaban a todos, que con el clamor unánime del NO A LA GUERRA, les proporcionaríamos toda la energía que a ellos les faltaba para llevar a cabo sus planes para apropiarse del petróleo y arrebatarnos nuestra libertad, todo ello en nombre de nuestra seguridad, todo por nuestro propio bien.

Cuando los grandes maestros de la Humanidad han dicho LA VERDAD OS HARÁ LIBRES, sabían ciertamente que los poderes oscuros que aspiran a controlar el mundo son cualquier cosa menos tontos. Y además de ser muy inteligentes, están muy bien asesorados y disponen de unos conocimientos que se han ocultado al resto de la humanidad durante siglos y milenios.
Sin embargo, en el Universo todo cambia, nada permanece inmutable y la oscuridad da paso a la luz. Ya se terminó el tiempo en que el conocimiento se podía ocultar. Ya estamos en el tiempo en que todo lo oculto debe salir a la luz, de la misma manera que después de cada noche, por larga que parezca, llega un amanecer inexorable.

Distintas fuentes coinciden en asegurar que la Vida en la Tierra está regida y protegida por la Ley del Libre Albedrío, y que todo lo que ocurre en nuestro planeta goza de nuestra libre elección o, por lo menos, de nuestra libre y voluntaria aceptación. Pues bien, me atrevo a declarar que esto último es otra GRAN MENTIRA, para mantener resignada a la Humanidad y además hacerla sentir culpable de todo lo que le ocurre, al ser por propia elección.
Digo que es MENTIRA, porque la Ley del Libre Albedrío exige que haya libre elección, y para que haya libre elección, tiene que apoyarse en un total acceso a la información veraz de todo lo que concierne a la materia sobre la que debe elegirse. Por tanto, si hay ocultación, si hay mentira deliberada, si hay deformación en las noticias, si se ha negado el conocimiento fundamental de los datos y de las circunstancias, NO SE PUEDE ALEGAR LIBRE ALBEDRÍO.
Una población que elige o acepta una propuesta, bajo el efecto de la mentira, la ocultación y el engaño deliberado, no es una población que elige libremente, no se está respetando su sagrado derecho al Libre Albedrío, esos grupos que llevan innumerables siglos conspirando para hacerse con el control de la Humanidad, han violado insistentemente la Ley del Libre Albedrío, y protegiéndose con ella de las consecuencias de sus abusos.

Por ejemplo, no se puede alegar que quienes han visto sus ahorros desaparecer bajo la alfombra de las Participaciones Preferentes, sabían lo que estaban firmando. La inmensa mayoría de ellos fueron engañados para que firmaran o, incluso, para que aceptaran sin rechistar una decisión tomada por el director de su sucursal bancaria sin haber firmado ningún documento. No se puede invocar el Libre Albedrío de las víctimas, cuando se han convertido en víctimas mediante el engaño y la ocultación de una estrategia deliberada para robarles, en muchos casos, sus ahorros de toda la vida. ¿Cómo es que otros ciudadanos, los que habían tenido amplia información y conocimiento de sus opciones pusieron su dinero a salvo en cuentas en Suiza y otros paraísos fiscales, o invirtieron sus fortunas en las SICAV, poniéndolas a salvo en nuestro propio territorio?
No se puede aplicar por igual la Ley del Libre Albedrío a unos y a otros. La gran diferencia está en el engaño y la ocultación.

Lo mismo se puede argumentar con la Guerra Santa de Las Azores. Se dijo al mundo que el gobierno de Irak escondía armas de destrucción masiva (MENTIRA), con lo que se consiguió el apoyo o el consentimiento de la población para impulsar una guerra orientada al robo del petroleo de Irak y de las libertades del resto del mundo. La mentira, el engaño y la ocultación, atentan directamente contra la Ley del Libre Albedrío. La VERDAD es la única esencia capaz de curar, de una vez y para siempre, todos los males de nuestro mundo. Por eso nos han dicho en tantas ocasiones LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.

Trabajemos por la Verdad, exijamos la Verdad, hablemos sobre la Verdad, premiemos la Verdad, construyamos por y para la Verdad, trabajemos por la Verdad, creemos caminos y estructuras para canalizar y aprovechar la Verdad, y en muy poco tiempo habremos disuelto todos los castillos de naipes que han estado construyendo sobre tantas mentiras, y nuestro mundo y nuestra vida cambiarán para mostrar toda la Verdad de la que somos capaces.

Con cada pequeña Verdad que consigamos rescatar del fondo de la ciénaga, veremos miles y miles de pequeñas burbujas de Verdad que también serán liberadas y, en poco tiempo, una atmósfera renovada y rica en Verdades nos dará en la cara y nos despejará de las brumas y los vapores de tanta droga-mentira y tanto engaño soportados durante tanto tiempo. Y entonces sí que estaremos protegidos por la Ley del Libre Albedrío y nada ni nadie podrá obligarnos a aceptar nada en contra de nuestro conocimiento y de nuestros intereses.

Además, cuando hayamos elevado suficientemente la vibración de la Verdad, aparecerá una nota armónica: LA JUSTICIA, y descubriremos algo que ya saben los músicos de todo el mundo: que con sólo unas pocas  notas y unas sencillas reglas se pueden escribir las más sublimes sinfonías.

martes, 15 de octubre de 2013

EL DÍA QUE ACABÓ LA VERDADERA CRISIS



Este texto está inspirado en un artículo anteriormente publicado con la firma de CONCHA CABALLERO, periodísticamente muy bien construido, que describe y recoge los deseos e intereses de quienes han creado y ejecutado esta estafa con la que ya estamos tan familiarizados y a la que pusieron el nombre de “crisis”. 
(http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/01/18/andalucia/1358541477_909155.html)

La palabra crisis, por cierto, viene de una raiz griega que significa “transformación”, “mutación” y, ante todo, deberíamos dar las gracias a los autores de la estafa por ayudar, impulsar, propiciar y acelerar la transformación de la sociedad española (y mundial) hasta niveles que no hubieran sido posibles, ni tan rápidos, ni tan profundos sin su contribución.

Un buen día del año 2014 nos levantaremos y anunciaremos que la estafa ha terminado. Todas las agencias de prensa se harán eco de la noticia, nadie podrá creer que un plan tan bien trazado y, al parecer, tan bien ejecutado, haya podido fallar de modo tan estrepitoso. Algunos querrán quitarle importancia y tratarán de decir que ha sido otra salida de tono de los perroflautas de turno. Tras unos primeros momentos de sorpresa, la población comenzará a respirar los nuevos aires de libertad y justicia que, para ese momento, estarán barriendo toda nuestra geografía y avivando focos de resonancia en toda Europa, y en todo el planeta.

Un buen día del año 2014, declararemos terminada la farsa mal llamada democracia y convocaremos a toda la población, y sobre todo a los jueces, a la inmensa tarea de recobrar la confianza en la justicia y de barrer de nuestro territorio toda la corrupción y la ilegalidad que se había instalado, sin importar siglas ni apellidos, ni dinastías. Declararemos fuera de la Ley del Pueblo a todos aquellos que basaron su éxito en el robo y la complicidad con los ladrones que trataron de destruir nuestro país, nuestra dignidad y nuestra Historia. 

El mundo entero contendrá la respiración: todas las tristes expectativas que nos habían colocado como la única salida se transformarán en humo, y se iniciará de inmediato la recuperación de nuestra credibilidad y valoración, superando ampliamente los niveles anteriores al comienzo de la Gran Estafa Mundial.

Un buen día del año 2014, cuando todos los trabajadores, profesionales y jóvenes, casi habían perdido la esperanza, se producirá el mayor levantamiento popular pacífico desde los días de Ghandi en la India sometida por el Imperio Británico. Y todos los ciudadanos tendrán la clara e inequívoca certeza de que EL FIN DE LA GRAN ESTAFA MUNDIAL HABRÁ COMENZADO.

Un buen día del año 2014, las aulas de todo el país se llenarán de alumnos y profesores de todos los niveles, que celebrarán su victoria y su compromiso de hacer de nuestro país uno de los principales defensores e impulsores de la cultura y de la investigación, dejando atrás aquella maldición atribuida a D. Miguel de Unamuno:
 “… que inventen ellos…”

Y un buen día del año 2014, se celebrarán asambleas en todos los hospitales, clínicas y laboratorios, públicos y privados, donde los profesionales de la sanidad renovarán al unísono el Juramento de Hipócrates y se consagrarán al servicio de la vida y de la salud, no del negocio criminal de unos pocos. Y juntos emitirán un comunicado declarando EL FIN DE LA GRAN ESTAFA MUNDIAL.

Un buen día del año 2014, toda la estructura social celebrará su unidad frente al enemigo común, y su solidaridad para los más dañados por la estafa. Comerciantes, policías, militares, funcionarios, ciudadanos todos, que caminarán juntos para que nadie dude que la victoria era de todos y que la GRAN ESTAFA MUNDIAL HABÍA LLEGADO A SU FIN.

Efectivamente, nunca se pensó que pudiera sufrirse tanto: el golpe de estado que derribó la II República Española, la Guerra Civil, los 40 Años de Paz Franquista, la farsa de la Transición a la Democracia y la Lealtad a los Principios del Movimiento, y los dolorosos años de Constitución y Democracia falseadas y prostituidas, habían quedado casi relegados al olvido en los cinco años que había durado la puesta en escena de la GRAN ESTAFA MUNDIAL. 

Por un momento, pareció que España estaba dormida, o más bien muerta, que después de tanto sufrimiento, tanto miedo y tanta humillación ya nada sería capaz de hacerla reaccionar, pero todos se equivocaron. El vaso se fue llenando, gota a gota, verso a verso y, cuando ya no cabía más, se rebasó el borde, el límite, todos los límites y, de nuevo, pasamos entre todos la página de la Historia. Y en este caso, sin usar la guillotina, sin disparar un solo tiro, claro está, sin contar los que se habían empezado a levantar la tapa de los sesos para no enfrentarse a las consecuencias de sus crímenes.

Un buen día del año 2014, el pueblo español, con una sola voz, con un solo gesto, descubrió la salida de la crisis-estafa: era tan sencillo como abrir la puerta que nos habían estado cerrando a base de robos y mentiras, a base de traiciones y corrupción. Y con la certeza y el aplomo de que si no se abría esa puerta, si hubiera estado bloqueada, la habríamos derribado de una sola patada. Un buen día del año 2014, los españoles descubrimos que teníamos la capacidad de construir entre todos el país que nos habíamos merecido desde hacía largos años, y que no dependíamos de la riqueza de nadie, porque la riqueza éramos nosotros. Un buen día del año 2014, los españoles descubrimos que, en realidad, llevábamos demasiados años viviendo por debajo de nuestras verdaderas posibilidades.

Un buen día del año 2014, nos llegó el momento de volver a poner el reloj de la Historia en hora, y sincronizarlo con todos los demás relojes. Ya quedó atrás el tener que soportar el proverbial retraso en que nos tenían prisioneros. Cuando el calendario marcó el día indicado por la Historia, se pudo escuchar el clamor de todos los relojes marchando al unísono y todas las campanas anunciando el comienzo del nuevo tiempo.

Ahora, cuando menos, tenemos dos opciones: la primera es la que quieren que aceptemos, a la que quieren que nos resignemos; la segunda es la que nuestras almas están deseando, porque en el fondo nadie tolera que le cierren todos los caminos a la dignidad y a la libertad. 

La elección es nuestra, la Historia la escribimos nosotros y, en esta ocasión, nuestro liderazgo no será para esclavizar pueblos y someter tierras y culturas, sino para que se vuelva a escuchar la imponente voz de la LIBERTAD.

lunes, 7 de octubre de 2013

COMUNIDAD TRANSICIONISTA



El padre y divulgador de la técnica llamada "Dragon Dreaming", John Croft, describe su método de creatividad y desarrollo de proyectos con una primera etapa fundamental: SOÑAR. Al principio de todo proyecto, pequeño o grande, hay un sueño individual que, poco a poco, en virtud de la Ley de Atracción, se puede ir adhiriendo a otros sueños compatibles hasta acumular la energía suficiente para empezar a crecer. 
Desde que tomé contacto con el ideario y con algunos proyectos INTransition, imagino una comunidad transicionista con los elementos siguientes:

·      Ubicada en plena naturaleza, integrada ecológicamente con el paisaje.
·      Comunicada con el resto de comunidades de su entorno, tanto en los accesos como de forma intelectual.
·      Dotada de construcciones ecológicas, realizadas con los materiales que proporciona el entorno: piedra, barro, madera, fibras vegetales, etc.
·      Dotada de construcciones diseñadas con criterios bioclimáticos y sostenibles, eficientes energéticamente, aisladas con elementos naturales y provistas de sistemas recuperadores de energía y residuos.
·      Cultivos ecológicos para el sustento de sus miembros y para el intercambio con las comunidades vecinas.
·      Con suministro de agua natural limpia: lluvia, manantiales, ríos, lagos o procedente de condensación atmosférica.
·      Con suministros de energía limpia y renovable: eólica, solar, geotérmica, biomasa, electrolisis, magnética, electromagnética, subatómica, etc. complementados con sistemas eficientes y ecológicos de almacenamiento de energía para adecuar los ritmos de producción y consumo.
·      Con programas de salud basados en la alimentación sana, el ejercicio saludable y los remedios naturales.
·      Con programas educativos basados en el desarrollo de la inteligencia, la observación, la creatividad, el juego y las artes.
·      Con actividades productivas de tipo artesanal, ecológicas, no-contaminantes, sensibles a las necesidades propias y de las comunidades del entorno (unos 100-150 Km).
·      Dotada de sistemas de tratamiento de residuos.
·      Con sistemas de gestión mediante asambleas en cascada, según el tamaño y estructura de la comunidad.
·      Gestión asamblearia de los asuntos económicos de la comunidad. Utilización del dinero en formas no especulativas, incluyendo la abolición de cualquier tipo de préstamo con interés.
·      Incorporación de la meditación a las actividades individuales y colectivas.
·      Adopción de técnicas vanguardistas: Waldorf, Dragon Dreaming, Brainstorming, Teatro evolutivo, etc.
·      Estructura productiva basada en: Producir, Enseñar, Aprender y No-Hacer (creatividad).
·      Organización de Jornadas, Talleres, Estancias, para divulgar métodos a otras comunidades e intercambiar soluciones y enfoques.
·      Abolición del desempleo como concepto. Planificación inversa: asignación básica social y responsabilidad de la ocupación y de la aportación individual por parte de la comunidad, no del individuo.
·      Orientación a la autosuficiencia, pero contemplando aportaciones de valor entre comunidades como forma de complementar y reforzar la estructura económica de la comunidad.
·      Construcción de espacios de alojamiento y salas de exposición para visitantes que estén interesados en los métodos y procedimientos que se hayan incorporado a la vida de la comunidad.

… la lista está incompleta… en espera de aportaciones.