ACTIVISMO
SOCIAL 4.0
Estamos
en la era de las redes, del ciberespacio, de la cibersociedad, también reconocida
como un conjunto de redes-sociales. Las estructuras cambian, la mentalidad
cambia y los hábitos, tanto individuales como colectivos también están abocados
al cambio.
Heráclito,
hacia el año 500 a.C., defendía el paradigma del cambio incesante, mientras que
su oponente Parménides se empecinaba en el inmovilismo. A estas alturas, parece
que Heráclito estaba más acertado aunque, según se mire, también sabemos que
todo cambia para que todo siga igual.
Por
la misma época, siglo V a.C., se inició en la antigua Grecia el sistema de
gobierno que se ha hecho tan conocido: la democracia. Para ser rigurosos habría
que llamarla democracia 1.0, porque fue la primera versión de tal sistema
político. La verdad es que a los griegos de aquella época les debemos casi todo
en lo que se basa nuestra civilización. ¡Qué ingrata es la Historia! ¡Qué
humillante e innecesaria resulta la miseria con que se ha aplastado al pueblo
griego en nuestros días! Pero tenemos que reconocer que nada ocurre por
casualidad y que, además, todo ocurre para un bien mayor. Solamente nos falta
perspectiva, y paciencia para reunir todos los datos.
Sin
ser demasiado rigurosos con la Historia (ése es el voto de los historiadores)
podemos establecer que la democracia 1.0 tuvo un largo periodo de olvido: la
Edad Media, el Renacimiento y parte de la Edad Moderna. Largo periodo en que la
Monarquía le tomó el relevo.
Podríamos
decir que fue en la Revolución Francesa (1789) cuando se recuperó la fórmula de
la democracia y se instauró la segunda versión; es decir, la democracia 2.0.
Todas las democracias instauradas desde entonces se basan y toman como
referencia la democracia 2.0 redefinida junto al silbido de la guillotina.
Hicieron
falta 2 Guerras Mundiales, ya en el siglo XX, para que la democracia,
conviviendo a veces con su antagonista la monarquía, entrara en su tercera y
descafeinada versión. La democracia 3.0 que se ha desdibujado desde entonces,
con algunas honrosas excepciones en los países nórdicos, sufriendo enorme
degradación y desnaturalización respecto a las versiones creadas por los
filósofos griegos y por los revolucionarios franceses.
El
activismo social también ha experimentado un largo proceso evolutivo, desde el
activismo 1.0 que pretendió acabar con la esclavitud en tiempos romanos de
Espartaco, la Humanidad se ha rebelado contra la injusticia casi siempre con
métodos violentos. Lógicamente, los poderosos, los más proclives a practicar la
injusticia, enseguida se dieron cuenta y se dotaron de ejércitos y policías
preparados para sofocar, con mucha más violencia, cualquier protesta legítima
de sus víctimas. Ya en tiempos de Platón, que no era precisamente un matón de
barrio, escribió y formuló la inevitabilidad de la ejecución del tirano por el
pueblo que éste se había esforzado en oprimir.
Abusando
de la licencia que nos exime del rigor histórico, diríamos que la Revolución
Francesa, con su incansable guillotina, instauró la segunda version: el
activismo social 2.0, como lo denominaríamos en nuestra jerga cibernética.
Avanzando
el cursor de la Historia llegamos a encontrarnos con otra forma innovadora de
protestar, cuyo padre innegable es Mahatma Ghandi: el activismo social 3.0 consiguió
sacudirse para él y para todo el pueblo de la India el yugo opresor de, nada
más y nada menos que, El Imperio Británico, sin disparar un solo tiro y sin
cortar una sola cabeza. A cambio, él mismo fue asesinado violentamente, pero su
legado histórico aún no ha sido superado y no se puede negar que ha creado
escuela. Ghandi es el arquetipo viviente del Pacifismo.
Y
así llegamos a nuestro tiempo. El panorama social, político y económico ha
cambiado muchísimo. Los acaparadores del poder han aprovechado la escuela de
los siglos, seguramente espoleados por la lección que aprendieron bajo la
guillotina, han sofisticado muchísimo sus métodos de expolio, opresión y
represión empleados con la población, con los ciudadanos de los que viven y a
los que necesitan en muchos más sentidos de los que se atreverían a reconocer.
Y
nosotros, los ciudadanos, nos hemos visto abocados a tener que preparar
rápidamente una próxima versión de nuestro activismo social: el activismo
social 4.0 debe conseguir librarnos de las modernas formas de esclavitud a las
que parece que pretenden reducirnos. Nuestros opresores están obsesionados con
el control de la población, pero se encuentran en un callejón sin salida,
porque necesitan a esa población como el aire que respiran. Tienen, al parecer,
el proyecto de reducir sensiblemente la población mundial, pero saben que no
pueden excederse porque necesitan un mínimo volúmen crítico que soporte y
mantenga en pie el mundo que ellos necesitan para vivir en la forma que se han
acostumbrado a vivir.
Los
ciudadanos nos encontramos ante la obligación moral, cultural y evolutiva de
superar los hitos de nuestros predecesores. No nos podemos permitir una
revuelta como la de Espartaco, ni como la de los Revolucionarios de la
Bastilla, y parece que las técnicas de Ghandi tampoco están resultando
demasiado eficaces, porque los que aspiran a controlar el mundo han dejado de
respetar ninguna de las Declaraciones de Derechos o de las Constituciones que
los ciudadanos nos hemos esforzado por redactar, defender y hacer cumplir en
estos últimos siglos.
Se
diría que aquellos que aspiran a controlar el mundo, (parece que apenas
representan el 1% de la población mundial), han comenzado una espiral de
provocación y agresión en todos los frentes con el fín de forzar una
manifestación violenta de la población que les daría la justificación para
llevar a cabo el verdadero exterminio que les gustaría ejecutar.
No
falta quien reconozca que estamos ante la Tercera Guerra Mundial. La diferencia
es que, en esta ocasión, la guerra reúne una serie de características
novedosas:
1
– No ha sido declarada, y parece que no va a ser reconocida oficialmente.
2
– Aunque se habla de una supuesta guerra contra el Terrorismo, el enemigo de
los que aspiran al control mundial es el resto de la población. En este ocasión
no se trata de una guerra entre países, ni entre culturas, ni siquiera entre
religiones.
3
– La Justicia (los tribunales y las leyes) y la Verdad (el periodismo y los
medios de comunicación), parece que han sido neutralizados con bastante
antelación.
4
– El verdadero campo de batalla, en este caso, es la mente de la humanidad.
Curiosamente, eso indicaría que nuestros adversarios no son humanos, pero esa
es una hipótesis que habrá que explorar en otro momento.
5
– El objetivo parece ser el control, en primer término, de la mente humana, y
el instrumento que se ha perfeccionado de formas muy sofisticadas es el MIEDO,
combinado hábilmente con la ignorancia.
Nuestros adversarios son muy conscientes de las enseñanzas de algunos de los
maestros que han ilustrado a la Humanidad: La Verdad os hará libres.
6
– Para controlar todos los resortes del MIEDO, los que aspiran al control del
mundo se han aplicado a tomar posiciones en todas las áreas que permiten
controlar a la población: la alimentación, la educación, la salud, el medio
ambiente, la energía y el dinero. No parece que se hayan dejado ningún cabo
suelto. Y, sin embargo, su plan falla por la base y, obviamente, ellos lo saben.
La
hipótesis de que nuestros adversarios no son humanos parece que se sustenta en
las siguientes circunstancias:
-
los
seres humanos somos creadores. La mente humana es de naturaleza creadora y
tiene el poder de producir la manifestación de aquello en lo que fija su
atención, sin importar el efecto que ello produzca en el propio creador.
-
los
seres humanos formamos parte de una densa red que nos mantiene unidos entre
nosotros y con todos los seres que forman parte de la Naturaleza, el Planeta
Tierra y una cierta zona del Universo que apenas empieza a vislumbrar nuestra
Ciencia. Precisamente la Física Cuántica, ha establecido sin lugar a dudas la
existencia de dicha Red, que se conoce como Holograma Cuántico, y algunos otros
nombres a cual más exótico y sugerente, como El Campo (The Field).
-
Esa
Ciencia de vanguardia también ha establecido que el ADN humano tiene una
influencia decisiva en la organización de la ENERGÍA y en la estructuración de
lo que hemos estado denominando la MATERIA. Todo ello conectado y gobernado
desde la mente y el corazón de ese ser, pretendidamente débil e insignificante, que es el SER HUMANO.
-
En
resúmen, parece que el mundo que conocemos y que percibimos con nuestros
sentidos físicos no es otra cosa que una creación mental. En definitiva, la
Mente de la Humanidad, a la que parece que estamos conectados individualmente,
es la responsable de todo lo que conocemos, disfrutamos y padecemos.
-
El
factor clave es que todo lo que esa mente acepta, registra, recoge, observa;
aquello en lo que nuestra mente se concentra, acaba formando parte de nuestra
experiencia, tanto individual como colectiva.
-
Otro
factor clave es la consciencia. El ser humano puede utilizar su poder creador
en función del conocimiento y consciencia que pueda llegar a tener acerca del
proceso. Sin embargo, el efecto creador de la mente humana no depende de que
opere bajo la luz de la consciencia o entre las brumas del inconsciente, sea
éste individual o colectivo.
-
En
definitiva: parece ser que nuestros adversarios no disponen de ese poder
creador, porque en tal caso no nos necesitarían y hace tiempo que habrían
exterminado a la raza humana sin ningún tipo de escrúpulo. Por el contrario,
nuestros adversarios necesitan imperiosamente utilizar nuestro poder creador
pero, de preferencia, escondidos y protegidos por nuestro desconocimiento del
proceso.
-
Para
ello han ideado astutos procedimientos con los que consiguen exponernos a ciertas
imágenes e ideas, sobre todo imágenes, ya que se registran en su mayoría de
manera inconsciente, y que contienen todos los elementos que ellos quieren incluir
en su mundo. Juegan con el desconocimiento y el miedo para conseguir nuestra
participación involuntaria e inconsciente en el proceso, pero no por ello menos
eficaz. Sin embargo, cada vez hay más individuos en nuestro planeta que conocen
este mecanismo y que están empezando a divulgarlo y a experimentar
conscientemente con su utilización.
-
Quizá
se deba a que nuestros adversarios han
violado la sagrada norma del Libre Albedrío, vigente en nuestro Universo como
garantía y protección del experimento creador en el que parece que estamos
participando desde hace incontables miles de años. Como consecuencia, y por
efecto de los ciclos de evolución de las galaxias, se ha liberado todo el
conocimiento que estos seres, obsesionados con el control del mundo, se han
esforzado en ocultar y en distorsionar para mantener a la Humanidad en una
ignorancia que les ha sido muy útil a lo largo de la Historia.
Resumiendo:
parece que la Tercera Guerra Mundial es mental, que el grupo agresor, el 1% de
la población, necesita por una parte controlar y reducir el tamaño del 99%
restante para ser capaces de ejercer su control sin renunciar al poder creador
de la población superviviente, poder creador que necesitan para su
supervivencia a todos los niveles, e incluso para llevar adelante sus planes
hasta en los más mínimos detalles.
Así
pues, hace ya algún tiempo que nos hemos sumergido en el proceso de formular y
poner a punto nuestro Activismo Social 4.0, también de carácter mental y
ejecutado por una Humanidad unida e informada, cada vez más experimentada y
consciente de su poder y de su capacidad creadora. Y, además, sabiendo que
contamos con la ayuda y el apoyo de innumerables civilizaciones interesadas y
expectantes por asistir a las conclusiones del experimento creador del que
formamos parte.
Nuestras
armas, en este caso, y se descubren nuevas armas cada día, a cada paso, a cada
nueva incorporación consciente a la Humanidad Despierta, son de una nueva generación:
-
Cada
vez somos más conscientes de que todos los humanos estamos unidos, conectados y
formamos parte de una misma, única y poderosa mente creadora; algo que en otros
tiempos hemos llamado Dios.
-
Cada
vez somos más conscientes de las vías por las que nos suministran las imágenes
con las que consiguen que creemos el mundo que les interesa y que necesitan
nuestros adversarios. Concretamente, se trata del cine y la televisión. Nuestra
mente creadora opera a partir de pensamientos, sentimientos e imágenes, y
nuestros adversarios han aprendido a suministrarnos directamente las elaboradas
escenas que son de su interés. Nuestra defensa es ignorar dichas imágenes o
desactivarlas con un sencillo acto de nuestra voluntad consciente. Dicha
defensa resulta mucho más eficaz cuando se sustituyen las imágenes propuestas
por otras que consolidan una realidad que anula y sustituye las expectativas de
nuestros adversarios.
-
Cada
vez somos más conscientes de nuestro poder creador y del hecho de que las
creaciones programadas por nuestros adversarios se deshacen en el polvo cósmico
cuando dejamos de sostenerlas con nuestro pensamiento, cuando dejamos de
experimentar ningún tipo de sentimiento o enfoque en ellas.
-
Cada
vez somos más conscientes de que no conviene luchar contra lo que queremos
eliminar o, simplemente, contra lo que no nos interesa conservar. Solamente
tenemos que enfocarnos en su opuesto o, sencillamente, en algo que nos
interese, tanto individual como colectivamente.
-
Cada
vez somos más conscientes del efecto de masa crítica que juega a nuestro favor.
Solamente hace falta una fracción del 1% de la población para que el efecto se
extienda instantanea y automáticamente al resto de la población. Se conoce como
el Efecto del Centésimo Mono, denominación que procede del hallazgo que se
llevó a cabo estudiando comunidades de primates.
-
Cada
vez somos más conscientes de que formamos parte de un Holograma Cuántico, y que
cada uno de nosotros tiene toda la complejidad de la totalidad del holograma.
Esto significa que la adquisición de consciencia en un solo átomo, o individuo,
del holograma, automáticamente se replica y se encuentra disponible en todos
los demás átomos o individuos del mismo holograma. No hay que hacer
planteamientos de masas, no es necesario. El trabajo individual es útil, significativo
y accesible para toda la comunidad humana a través de dicho efecto holográfico.
-
Cada
vez somos más conscientes de que no tenemos que ocuparnos de nuestros
adversarios, precisamente NO TENEMOS QUE PENSAR SIQUERA EN NUESTROS
ADVERSARIOS. En su lugar, sólo tenemos que enfocarnos en la clase de mundo que
queremos, y nuestros adversarios y sus pretensiones se disolverán en el vacío
interestelar, volviendo a formar parte de la infinita reserva de energía con la
que nosotros, por ejemplo, llevamos a cabo nuestras creaciones.
Otra
gran ventaja de nuestro Activismo Social 4.0 es que, según parece, no va a
requerir una versión 5.0. Entramos definitivamente en una nueva dimensión de la
Humanidad, y seguramente nos esperan nuevos e interesantes proyectos en los que
aplicar todo lo que hemos aprendido acerca de nuestra verdadera naturaleza
creadora, de nuestra conexión con el Universo y de nuestro infinito potencial
de desarrollo.